Existen varios términos que hacen referencia a las malezas, dependiendo de cada situación particular en la que se producen y de la vegetación implicada. Una de las definiciones más aceptadas dice que es una planta que crece donde no es deseada, o que está fuera de lugar, alguna planta que, según el criterio humano, es indeseable. Nosotros decidimos en cada situación particular qué plantas son o no deseadas en función de cómo nos afectan en términos de nuestra salud, cultivos, animales domésticos o a la estética.
Las malezas ocasionan pérdidas cuantiosas en el rendimiento y calidad de los cultivos, también incrementa los costos de producción. En numerosas situaciones, tienen un impacto incluso mayor en los cultivos que las plagas y las enfermedades. Las malezas y la agricultura están unidas desde siempre. La mala hierba compite por agua, nutrientes, espacio y luz con el cultivo, que finalmente se traduce en pérdidas de cosecha causadas por esta competencia.
Los prejuicios ocasionados por las malas hierbas se dividen en 2 grandes grupos: daños directos e indirectos. Los directos son los que se relacionan con la economía del agricultor, el aumento de los costos de producción, la disminución de las cosechas y pérdida de la calidad de estas. Por su parte los daños indirectos que ocasionan, es que sirven de refugio y alimento a plagas y patógenos (hongos, baterías, virus y otros agentes).
Para hacer un manejo eficiente, lo primero es conocer al enemigo. Para ello saber qué especie de maleza es, estudiar su ciclo biológico, cómo se reproduce, la cantidad de semillas que produce, su latencia (tiempo que puede permanecer viable en suelo), entre otros aspectos, para después tomar decisiones de manejo. Existen diferentes métodos de control. Los de tipo preventivo, consisten en evitar que entren las semillas y propágulos de malezas en los cultivos, utilizando semillas o material vegetal certificado libre de malezas.
En segundo lugar, hay que luchar con medidas o herramientas de tipo agronómico, como puede ser la rotación de cultivos, el retraso de la fecha de la siembra, el aumento de la densidad de siembra para competir contra las malezas. Existen también medidas de control físico y mecánico: el laboreo, la escarda entre las hileras de cultivo.
Otro método de control que tenemos es el químico, mediante el uso de herbicidas para el control de malezas. Desde su implantación en los sistemas de cultivo moderno, el control químico ha llegado a convertirse en la principal herramienta en todos los programas de lucha contra malezas en la agricultura moderna. Son muchas las razones que justifican el incremento en el uso de herbicidas. Destacando que son productos fiables y eficaces, de fácil manejo, rentables, versátiles entre otros. Todas las medidas de control de malezas se realizan siempre intentando equilibrar los intereses del agricultor con los intereses ambientales y económicos.
De las 250,000 especies vegetales existentes a nivel mundial, se estima que solo 250 son consideradas como problemáticas. El 70% de las malezas problema pertenecen a 12 familias botánicas, siendo las gramíneas y compuestas, las de mayor importancia, afectando a los principales cultivos.
Se estima que los daños originados por las malas hierbas suponen un 34% de la producción agrícola mundial, siendo mayor en los países menos desarrollados. Estas pérdidas globales se deben a diversas causas de interferencia (competencia por luz, agua, espacio y los nutrientes), o el daño a través de la alelopatía.
Una de las condiciones más importantes para un manejo adecuado de malezas, es la correcta identificación de estas. Es muy común que en una región geográfica, tengan diferentes nombres para una misma maleza, lo cual repercute en la correcta determinación de las especies y por consecuencia dificulta la selección de herramientas para su manejo.
Es ahí la importancia de la correcta identificación de las malezas que compiten con nuestro cultivo, con el fin de tener un control eficaz y poder prevenir las pérdidas de rendimiento.
Por lo anterior, FMC lanza el presente “Manual práctico para la identificación de especies de Arvenses”. En el cual podrán encontrar las malezas más comunes y de mayor importancia; así como algunas de las soluciones que FMC ofrece para el manejo de estas.